lunes, 22 de febrero de 2016

Serán tus ojos...

Solo puedo decir que para nada me olvidé de este rincvón. creia que que ya no tenía mucho sentido, Y me equivoqué.  Dsculpas.
Lo último que escribí:


Escuchando a un domingo
mudo, olvidé las palabras
al pensar en tu latido
cuando sonaba en mi pecho
al abrazarte desnuda.
La tarde, por hablar, grita;
al igual que los murmullos,
nerviosos de mis suspiros
al hurgar en la memoria
rebuscando, en mi más hondo,
los retazos de aquel tacto
tuyo que a nube sabía
(quizás ya olvidé el sabor)
mezclado en aquel olor
tan a noche y especial
de tu ropa resbalando,
por tu cuerpo y perdiéndose,
desordenada en el suelo.
Cosas que trae un invierno
que juega a ser primavera
y tan solo es otra tarde.
Como lo son mis recuerdos
que, a veces, sin más te traen
y, sin pensar, se revuelven.


Gracias por estar siempre. 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este rincón siempre tendrá sentido,un lugar mágico y especial donde dejar volar la imaginación leyéndote y hoy te dejo yo una rosa blanca y una copa de vino, brindemos por esos recuerdos que siempre están presentes.
Saludos desde la capital

Meigo, aprendiz de Druida dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Meigo, aprendiz de Druida dijo...

El vino tinto y las rosas blancas sugieren besos llenos de ese espíritu de aventura y descubrimiento que siempre están presente en cada uno de nosotros.
A tú salud, mi querida amiga, desede donde la tierra se confunde con el mar.