sábado, 10 de mayo de 2008

La Cita (II) Dedicado a quien no cree en el amor.

Hermosa cita la del post anterior. A todos nos trajo dulces recuerdos de quizás tiempos muy cercanos o quizás muy lejanos. Es lo mismo, son situaciones que nunca se olvidan y que nos hace sentir como primerizos de todo, incluso si se vuelven a producir. La historia no tiene fin, ponerle el que a vosotros os guste, o quizás el final de la cita que nunca hemos tenido. ¿Mi final?:

El reloj apuraba su tiempo, había llegado demasiado pronto al punto de encuentro. Las rosas que compré me miraban y yo a ellas, con la ansiedad de la primera cita. Comprobaba, por enésima vez, que no se me hubiese olvidado nada, a la vez que repasaba mentalmente lo que iba a hacer y decir cuando ella llegase. Como la saludaría, donde le daría el primer beso, le cogería la mano para saludar…. Seguro que me pondré colorado y los nervios me jugaran una mala pasada, algo haré mal, tropezaré, o yo que se… Habíamos quedado en el vestíbulo del hotel donde me iba a quedar este par de días que esperaba pasar en su compañía. Un hotel céntrico, así evitaremos usar el coche que la situación no está como para ponerse a conducir. Para distraer mis nervios me describía mi mismo lo que veía a mi alrededor: “Hay poca gente, la barra del bar está vacía y en recepción el encargado habla por teléfono; en frente de mi hay una pareja, el lee y ella me mira, o eso me parece. Seguro que se me nota que estoy nervioso. La verdad es que estoy vestido como un pincel y las rosas en la mesa, seguro que se esta imaginando lo que va a pasar. Me estoy delatando. El hotel es de un diseño moderno, todo son espacios abiertos y luz. Es de tres plantas y el techo es un enorme lucernario que da luz a todos los rincones”. Donde yo esperaba mi cita estaba perfectamente situado, el sol de la tarde caía a mi espalda y me permitía, desde la butaca donde estaba sentado, ver la puerta así cuando ella entrara le vería perfectamente. ¿Cómo sería ella? Las fotos que ella me había enviado, las tenía grabadas en mi mente. Su sonrisa perenne, el brillo de su mirada. Si su piel era tan suave como lo que conocía de ella… Su voz si la conocía, habíamos hablado muchas veces por teléfono. Dulce no es la palabra que mejor la definiría, ni nada de eso de cantos de ángeles, su voz era simplemente la voz que me dijo que me quería, simplemente así. El ficus que decora el rincón que acompaña mi espera, brillaba. Ya faltaba poco para la hora, espero que sea puntual, porque si se retrasa y empiezo a pensar que no viene…, pero no puede fallar, no puede ser que no venga. ¿Que haré si no viene?
Quise alejar ese temor y de pronto empecé a recordar como la conocí…

Uhmmmmm ahí queda eso.
Bueno el caso es que mientras esperaba, quizás podía haber escrito algo así:

Y a ti
te quiero
por ti.

Solo
en mi vida vivo,
y es por ti.

Solo.

Solo
por el camino
marcho.

A por ti

Por ti,
mi vida,
porque te quiero.

Porque una noche llegaste como sin hacer ruido, como sin notarte. Abriste mi corazón, entraste. Yo cerré la puerta y en él, te escondí. Te quiero.


Cuantos papeles habrá por ahí con notas de citas. En fin, jejeje, eso. Besos abrazos, rosas, y que cada día sea como la primera cita. Uhmmmmm en su temperatura el vino de hoy. Tinto, un Mencía de mi tierra. A estas horas de la tarde en que el mar ruge con canción de invierno y música de primavera, sienta perfectamente.
Música pues ahí queda Juan Gabriel y “Abrázame Fuerte”, eso, fuerte muy fuerte.

19 comentarios:

aná dijo...

Un hotel con un lucernario en el techo, unas rosas, el poema, el Mencía, la música de Juan Gabriel,
es lo más romántico para una cita, no es necesario prepararse.
Un saludo.

@Intimä dijo...

Nos dejas con la intriga de esa cita, esperaremos con esta bonita canción, un buen vino y un ramo de rosas.
Besitos.
Pd: Me gustó mucho el poema.

Chela dijo...

¡Que importa que ruja el mar, si la canción es de primavera y ella está ahí para abrazarte fuerte, fuerte.

Espero que sea tu realidad y no un sueño.

En tu honor me tomo una copa de vino.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Lo importante es que allí está, en tu corazón escondida.
Precioso el poema, la canción, las rosas y el vino. ¡Salud!

Un abrazo

Catalina Zentner Levin dijo...

Pues con todo ese caudal de romanticismo, ella acudirá a la cita, ¡sin lugar a dudas!

Anónimo dijo...

Que preciosos estos dos últimos post mi querido Meigo...

No te inquietes... seguro que acudira a la cita... y le podras entregar ese precioso ramo de rosas...

Me gustaron mucho el poema...

Te dejo un fuerte abrazo... como el de la cancion... y muchos besos...

Anónimo dijo...

Yo como soy una romanticona, mi final es que la chica aparecio, y su encuentro fue tan romantico como ellos esperaban.
Me ha encantado los versos, acompañados del vino de tu tierra, y la canción que mejor broche para una bella y triste historia de amor.
Besos,,
P.D. sigue me vena cotilla, jaja, nos puedes desvelar el final?

celebrador dijo...

El amor es como tantas otras cosas, tal vez como Dios, no se trata de creer o de no creer sino de lo que tú mismo experimentas

Bueno, y gracias por comentar en Reyno de Hayas; han sido esos comentarios el parámetro de prueba y error para fijar su texto final como "tarjeta de visita" para Internet

Azul dijo...

Ayyy niño, yo vuelvo y tu deshaces en palabras todo el sentimiento y se me estruja el corazón y me lleno. Que bonito es amar a alguien y llevarlo dentro.

Bikos mil!!

a morriña de Shaila dijo...

Diríxome a ti para pedirche perdón polo tempo en que tardei en volver a este mundo que tantas e tantas alegrías me deu, unha delas sabes que eres ti.
Déchesme o teu apoio e as túas forzas para seguir adiante neste mundo de cans, como eu tantas veces dixen.
Por iso e por todo, rógoche que me perdoes.
Un bico.

mery dijo...

Que bien lo has descrito, que momentos me has echo pasar al pensar e imaginarte, que bonito el amor, que palabras y sentimientos más bellos, muchas gracias meigo por darme unos segundos de imaginación a una situación tan bonita , me has echo que me piquen los ojos , me ha llegado has tocado alguna fibra sensible que creí que estaba dormida, mil bicos pequeño rapaz galego...

M. J. Verdú dijo...

El poema es maravilloso

Adriana Lara dijo...

yo quiero ir a un hotel y tener una cita.

Anónimo dijo...

Y ya que nos has deleitado con tanta ternura y sensibilidad, creo que el final lo merecemos, ya que esperamos ver el final de esa historia de amor

Mil besos con sus correspondientes rosas encadenadas, brindo por la persona que no cree en el amor por que de ella ha nacido esta gran historia, felicidades.

rosaencadenada

Anónimo dijo...

Alguien que escribe estas bonitas historias....si cree en el amor.
Te felicito.

Otra rosaencadenada

Leodegundia dijo...

Compruebo con agrado que durante mi ausencia tu alma llena de poesía sigue regalando bellas historias de amor salpicadas de tus poemas.
Todo un placer para mi regresar a tu casa.
Un abrazo

Cani dijo...

Y si no lllega,¿que pasa? nadie nos puede ya robar el placer de la espera.
Me gusta ya lo habia leido aunque no te habia dejado comentario, hoy venia por mas.
Un abrazo, y brindanos pronto otro bello post.

Anónimo dijo...

En un jardín florido de margaritas,
hay unas rosas blancas,
las más bonitas,
ellas lucen altivas...
y con donaire.
el verde de sus hojas...
y la esbeltez en su talle,
pero no saben las pobrecitas,
que otras mas hermosas están marchitas.
Ahora luce el sol que les da la vida
y una nube que pasa, las purifica,|
!oh, arrogancia!...
cuando sopla el viento
todo lo arrastra.
El viento resopla frio,
helado y sentido...
al llegar a su destino.
Y en aquel jardín de margaritas,
con unas rosas tan bonitas,
ya no hay nada....
Los tallos...
han quedado para dar fe,
que existieron rosas...
allí también.

Saludos poeta.

Elena Bravo "Elena de San Telmo" dijo...

Qué dulce encanto tienen los preliminares a la certeza de lo que pasará. Espontáneo relato me gustó muchísimo Meigo.
Besos convalecientes post resfriado achísssssssssssss