sábado, 16 de agosto de 2008

Mis queridos amigos y amigas.


Mis queridos amigos y amigas:

La vida se construye de momentos dulces y de otros más agrios. Mi manera de entenderla me invita siempre a quedarme con los dulces. Mejor el recuerdo del beso que el de la discusión. Y así será hoy.

Si tuviese que definirme creo que la palabra que más se ajusta a como yo me veo es “Anárquico”. Siempre lo he sido conmigo mismo, (espero no haberlo sido con los demás) a pesar de la formación de “ciencias” como se decía en mi s tiempos. Creo que en las otras vidas habré sido explorador o lazarillo, lo que si tengo claro que no he sido Obispo. Y esta anarquía fue la que me hizo llegar a donde llegué, ser lo que soy y vivir como vivo. Y no me arrepiento.

Esta forma de ser, anárquica e impulsiva, me llevó, guiado de la mano de mi gran amiga Vickie a abrir un buen día de hace 3 años un Blog, que empezó en Ya.com. Me quería probar a ver si era capaz de mantenerlo y ser lo suficientemente creativo. Yo nunca antes había escrito nada que no fuese un informe relativo a mi trabajo y el Blog suponía un cambio demasiado importante para mí. Escribir cosas de uno, y en mi caso algunos versos, entendía que era como desnudarse un poco delante de los demás y a mí, como no lo os podéis imaginar, me daba muchísima vergüenza. Pero superé esa vergüenza y no solo, que tanto Vickie como Charo tuvieron mucho que ver y siempre les estaré agradecido. He aprendido muchísimo aquí con todos vosotros, pero sobre todo os he conocido. Y eso vale más que cualquier otra cosa.

Aún ahora me parece muy complicado que hubiese sido capaz de conoceros, de entenderos, de compartir tantos momentos vuestros y míos. Me parecía imposible, antes de esta aventura, el que pudiese existir un vínculo de amistad y aprecio con personas que no había visto nunca, y que seguramente no veré jamás; y así ha sido.

El Blog me ayudó en momentos muy duros de mi vida y ha sido mi escape y mi escondite. Pero el tiempo avanza presentando nuevas acontecimientos que se convierten en circunstancias que acaban condicionando nuestras actividades y por estas nuevas condiciones vitales, desde hace un año, no le puedo prestar toda la atención que me gustaría y deseo. Dentro de mi anarquía (para nada estoy enfermo ni que yo sepa me voy a morir pronto) no me gusta desatender lo que he de atender. Aquí queda y aquí estará. No sé si volveré a escribir en él. Me gustará y quiero hacerlo, pero no lo sé. Seguramente que sí. Lo que sí es seguro es que os voy a seguir leyendo, porque por nada del mundo dejaré de estar en contacto con todos vosotros y vosotras.

Gracias a todos por vuestra comprensión, por vuestra compañía, por vuestros besos, por vuestros abrazos, por vuestras palabras y sobre todo por vuestra amistad.

Muchos besos, muchos abrazos, muchas rosas y muchos años con vino tinto.

Por vosotros, desde mi playa, vuestra playa.



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