domingo, 7 de marzo de 2010

¿Existe el colesterol?



Estos días he tenido la oportunidad de romper un poco el ritmo vital de mi invierno gallego. Ello gracias, el trabajo tiene a veces estas cosas, a una visita que hice a Puerto de la Cruz en Tenerife y a Las Palmas de Gran Canaria. Eso sí, en todo el invierno ni un resfriado y resulta que el virus este me visita en las islas. Pero aún así, la carga de energía solar que me he traído espero que me dure y dure y dure… hasta los soles de primavera que ansío lleguen pronto. Pero además de la carga solar, me traje una carga moral que casi vale más. En el Hotel que estaba en el Puerto de la Cruz, por nombre H10 y con vistas como la de la foto de hoy sacada desde el salón del desayuno, debieron de concentrarse los equivalentes a nuestro Inserso los de Alemania y Reino Unido. El comedor donde desayunábamos tenía capacidad para más de 200 personas y el número de las que estaban esperando en la cola para entrar, juro que era mayor que los que estaban dentro. El caso es que conseguí colarme, con permiso del Maitre y condición de coger mis viandas y sentarme en otro comedor pequeño al que se llegaba subiendo unas escaleras, que los expedicionarios jubilados no querían subir. El caso es que me sitúo en la fila del buffet y delante de mí una señora, Alemana ella, se iba sirviendo. Su altura no era más del 1.55, la edad aparentaba que los 80 ya eran un recuerdo, incluso borroso; el andar lento y con un suave bandeo de su babor a estribor que al principio de observarla hacia que mis manos instintivamente estuviesen prepararas para evitar una caída, en su mano el plato al que iba echando de todo lo que se encontraba. La mezcla de huevos fritos (plural) con una especie de fabada (no era ensalada de alubias), bacón, salchichas y no sé qué cosas refritas que a un servidor ya le subía el colesterol solo de mirarlas. La mujer, a la que pude observar, desde donde me senté en el piso superior, repitió recorrido y no tomó pastillas, que yo viese. Y digo yo, en el más al norte ¿no hay colesterol, glucosa, triglicéridos y demás amenazas de los médicos para que uno no disfrute de las cosas ricas de la vida y encima ayudemos a la industria farmacéutica? Habrá que enterarse bien, porque esta señora no era una excepción en la fila. Aunque comprendo que desayunando con las vistas que teníamos, por ejemplo la de la foto, no hay colesterol ni nada que se resista.
Habrá que investigar; y para hacer la digestión pues un poemilla de los que alegran la vida. Sabéis que tengo una amiga a la que quiero especialmente. Se llama Charo, sus blogs de Darilea los conocéis bien. Pocas como ella para describir la pasión por las cosas y sobre todo por el amor. El caso es que yo soy un desordenado y escribo cosas que no guardo. Ella ha tenido la paciencia de ir copiando lo que escribo en otros blogs, normalmente como respuesta a un Tanka o un Haiku, que me encantan. Charo, que es como me gusta llamarla, algo maléfico quiere hacer con todos los míos y una colección preciosa suya que ella si guarda celosamente (como debe de ser). Aquí os dejo uno de los que rescató:


Aquí plantado,
hojas, flores, agua, sol
y yo en el mundo.
Luz tramposa de vida,
de fuego y desierto.


Espero que os guste, y si no… me lo demandáis. Y la música de hoy… pues una cosa preciosa, que me la descubrieron hace muy poco. Se llama Vanessa Martin y su “Me da Pena”, escucharlo con calma, cerrar los ojos, aspirar el aroma de las rosas y un poco de vino tinto en los labios… Soñar, pero sobre todo ser felices y guerra al colesterol. Besitos, abrazos y sonrisa.

13 comentarios:

Evaasecas dijo...

Que envidia esas vistas...Supongo que allá por el norte, de donde eran las abuelitas, han pasado toda su vida cuidándose y ahora quieren resarcirse, de ahí los atracones para desayunar. A mi, la fabada a primera hora no me subiría el colesterol precisamente, lo que me daría es un ascoooooo y eso que me encanta, pero a esa hora... como que no.
Un beso grande.

mariajesusparadela dijo...

Sí, yo también supongo que cuando vienen es para romper todas las monótonas y rutinarias normas de su vida entera.

Su.. dijo...

Espero que ese virus ya vaya haciendo las maletas.. y que la recarga de sol y buen tiempo te dure una buena temporada, ahora que el tiempo nos vuelve a dar guerra...
Con respecto a las abuelitas del norte y demás personas que se meten esos atracones.. no sé si tendrán colesterol, pero estoy segurísima que intentan disfrutar al máximo de los placeres de la vida...
Besos, flores y buen vino.. con todo mi cariño...

Abril Lech dijo...

¡¡¡¡Qué bonito!!!
Quiero conocer ese sitio!!!!

Y no hay colesterol para muchas personas que conozco. El cuerpo humano es un misterio.

Me parece que finalmente el colesterol tiene más que ver con el stress que no le permite al cuerpo procesar adecuadamente las grasas, que con estas en sí mismas.

Mi experiencia me lo demuestra, en un país como el mío que es un gran consumidor de grasas.

Besos!!!!!!!!!!!

 Mayte dijo...

Pues yo de colesterol no sé nada...al menos no lo tengo por el cuerpo eso si lo sé, de la música linda como siempre y que Dari hace muuu bien en guardar esos tesoros ;)

Un biko grande!!

Sybil dijo...

MI querido amigo , gracias por ese paseo por otro de los blog en los que escribo. Eres un encanto de persona, no me extraña que tengas tantos amigos. Tras tus palabras se entreveen sentimientos , emociones entre otras muchas cosas mas. Brindo con una copa de buen vino, por todo eso que escondes pudorosamente , que tus escritos nos muestran y dejo tras de mi un fresco aroma de rosas

@Intimä dijo...

El día que vuelvas a sentarte a mirar las olas del mar y hablar con el viento, quizás olvides lo que es el colesterol. Breo sabe de lo que hablo :-)
La canción sin palabras, esta canción igual que la de María Villalón "Lluvia en los tejados" me pone la piel de gallina.
Búscala te gustara.
No tienes que agradecerme que encontráse tus tesorillos para mí fue un placer, disfrutaba sólo con saber la alegría que te iba dar. Jeje
¡¡Soy así de mala, amigo jeje!!
Besitos Carlos.
Pd: Hoy llueve, hace frío y tengo muchas ganas de ver el sol.
¿Tú crees que se habrá olvidado de nosotros?

Chela dijo...

¡Querido Meigo!
Tu post de hoy me hizo mucha gracia porque yo acabo de llegar de un viaje a Cantabria hecho con el IMSERSO, aunque la verdad es que no nos dimos esos atracones, nuestros desayunos no diferian de los que se hacen cada día en casa. Fabada, si tomamos, pero en Asturias, en la comida del regreso. Todas las comidas fueron normalitas, sin grasas y con poca sal.

Mi caso es distinto. Pateé un montón todos los días, calles de empedrados dificiles, escaleras arriba y abajo, rampas...Todo el día de marcha y a la noche as salidas extras por nuestra cuenta. Total, que yo estaba asombrada de que mis rodillas me permitieran semejante ajetreo.¡Hay amigo! Al regreso estuve dos días en cama totalmente inmovilizada, pero ¡que me quiten lo bailado! ¡Ya estoy pensando en el viaje siguiente! Cuando se lo conté a mi médico me recomendó que me vaya a Canarias en invierno, ja,ja...

Así que puede que algún día me encuentres entre esas viejecitas, pero más bien tomando fruta y tumbada al sol.

Un fuerte abrazo.

laura dijo...

jajaj, no tienes remedio, tú siempre diciendome que querias ir a sitios donde hiciese carlocillo y vas y te pones malo,, por dios.
Mi abuela hasta el dia de su fallecimiento, siempre desayunaba sopas de ajo, tenia 71 años cuando murio, y estaba como un roble, con eso ya te lo digo todo.
Anda que menos mal que tienes a Charo, si no fuera por ella y por algunos retacillos que yo te guardé.
Venga un besote grande Meigillo,, y cuidate.

Marina-Emer dijo...

Mi querido amigo ...no te olvido pero he tenido que cgerme unos dias de vacaciones preparando mi nuevo libro pero los amigos bloggeros me hicieron volver antes de tiempo y la verdad ando de cabeza.
tienes unas bellas vistas.
Yo te dejo un calido abrazo y perdona que mi visita haya sido rapida .
besotes Marina

Inma dijo...

Comer, si después se quema todo lo injerido, puede que no invite al colesterol a quedarse. Ya me figuro yo a esa señora el resto del día haciendo footing
Unha aperta

a morriña de Shaila dijo...

o primeiro que debo dicir é perdón por non dar sinais de vida todo este tempo.
non teño escusa,só confesar que a pereza puido máis que o deber.
mil bicos

@Intimä dijo...

Eres un remolón.
Cuando actualizas???
Besitos jeje