Isla Libertad

Miguel Bosé no es que sea uno de mis intérpretes preferidos, pero he de reconocer que hay varios temas suyos que tanto por sus letras, como por su estilo, me gustan y me llenan; que ambas cosas a la vez las producen muy pocas letras y músicas. Uno de los temas de Bosé que me produce esa doble sensación es “Nada Particular”. Una canción con unos años encima pero que no deja de sorprenderme cada vez que la escucho. Hoy, con su permiso, quiero hacer mía la canción en toda su extensión. ¿Por qué?, ni idea; me ha venido así de golpe mientras la escuchaba en la radio del coche. Fue como un golpe agradable y yo, que soy de los que cree en esos golpes (en realidad los Meigos somos los consejeros ante el destino), para nada dejé escapar el instante. Pero sobre todo por la letra, porque está llena de verdades. Es una de esas letras que parece se hayan escrito para uno. Es como si la escribieran para mi, que no es lo mismo que la hubiera escrito yo, y viene de perlas en unos días como estos que se mezclan tristeza (trágico accidente ferroviario de un tren que utilizo con frecuencia) y alegrías de un mes de Agosto lleno de fiestas, luz y calor.

Mi rabia está cansada, dice. Nada particular… pero no cabe duda que también la rabia se cansa y es también, lo siento yo, cuando más se necesita y necesitamos esa “isla en medio del mar” y con el mejor nombre:”llámala libertad”  y resulta que tenemos la necesidad de  “gritarlo fuerte hermano”.

Como aprendiz de Druida que soy, me he acercado a los futuros, llevando recados del pasado, y nunca aspiré a nada más que fueran felices aquellas personas que en el caminó encontré o me buscaron. Ayudarlas a buscar la Isla de Libertad a la que cada uno de nosotros tenemos derecho. La alcanzamos cuando atrás dejamos a los que están cerca de nosotros, libres y sencillamente felices.

Buscar mi Isla es escribir en mi “cuaderno de bitácora”. “Canta y vuela libre como canta la paloma”, “Canta fuerte hermano, y no dejes que el viento la hunda”, fundamental.

Buenooo, que no he escrito cosas… Y ahora, como siempre, algo de mi cosecha. En este rincón (ya cumplió 8 años) he ido colgando mis poemas. La mayoría de los que aquí vieron la luz eran de amor porque este espacio era el “Rincón Poético” de un Meigo eternamente enamorado, dependiente y adicto al amor. Hoy no será una excepción. Es un poema del Meigo al que se le cansó la rabia y pide una tregua al destino.  Lo escribí hace poco, muy poco; a mediados de julio y está como sin terminar, pero ahí os lo dejo.

Escribir en tu cuerpo hubiera querido

todo lo que te amé y aún te amo,

dibujando las letras con la pluma de mis labios

y con la tinta de mis sentidos.

Con todas mis fuerzas y plegarias deseo
que nuestro cuaderno  se haya cerrado al morir yo en ti,
y que la inmortalidad de nuestro pasado

las guarden, eternamente, el sol y la luna para ti.

He deseado tanto amor de ti y tanto a ti,

que siento rabia de que nuestro tiempo

fuese tan breve como es la brisa en los árboles,

refrescando sus ramas, desperezando sus silencios.

Hubiera muerto porque tu suave piel meiga

fuese la libreta de nuestras intimidades.

Palabras que hablasen de ti para mí,

y de mí para ti y para los dos, con saudade.

Pero hoy, como estamos como estamos, os dejo algo que no es de amor y que escribí hace unos días, estando de viaje:

Hoy el viento no vino.

Los pinos están quietos.

Todo es silencio.

Es tan demasiado el sosiego,

que asusta a mis pensamientos.

Disfrutad del verano. Besos, abrazos, vino tinto y rosas que están preciosas.