Silvio,
Amaral, Aute…
y llega tu
olor
lleno de
caricias
que se
abrazan a mis manos.
El silencio
canta
suavemente
una canción.
Llegan sin
avisar aquellos versos
Eternamente…
Moriría por
vos…
Todo se
mezcla en el aire
como yo me
mezclaría
En ti
Mojándolo
todo
sin
disculparme
por quererte
igual
que siempre.
¿Por qué me
acuerdo
de las
cuatro y diez?
Cómodamente acomodado, escuchando, pensando y como siempre, soñando.
2 comentarios:
Hola celebrando la vuelta a casa con tus canciones al hombro, ellas irán donde tú vayas porque son parte de ti...para siempre.
Un gran abrazo querido amigo.
Canciones de una vida... nunca mejor dicho!!!
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