jueves, 10 de febrero de 2011

Coger a la Luna de la mano.





Ya sabéis mi gusto por Fito aunque reconozco que, a veces es, en cuanto a música, repetitivo pero sus letras son mi debilidad. En una canción suya titulada “La Casa por el Tejado” dice entre otras muchas cosas una que me llamo la atención, es cuando canta: “todo lo que se me lo enseñó una bruja” y también dice que: “del maestro nunca aprendí a coger el cielo con las manos”. Esta canción la escucho tanto que a veces me digo que debo de estar tonto; y es que algo me decía en la cabeza, a medida que la escuchaba, que en sus versos había muchas más cosas que yo no era capaz de captar. Hasta que yo que se cuantas veces después de oírlo (soy algo torpe) me di cuenta que Fito y yo teníamos algo en común. Resulta que tampoco mis maestros nunca me enseñaron a coger el cielo con las manos, pero si es cierto que yo si intenté coger la Luna con mis manos. Y lo conseguí. La luna y yo desde hace algún tiempo hemos ido de la mano, la he cogido y ella me ha cogido a mí y he de reconocer que ella a mí, mucho más que yo a ella. Contándole esto a mi amiga Marga, me preguntó como lo había conseguido; como había cogido a la Luna entre mis manos. Pues bien intento explicaros a vosotros y a ella como sucedió. Como sabéis la Luna es la reina del misterio, es la mayor cómplice de los enamorados. ¡Cuántos abrazos y besos ha visto! Pues bien que me pierdo: Lo primero que hace falta es tener un nivel alto de conocimiento brujeril (yo sigo estudiando para Druida) ya que, como bien dice Fito, sin su ayuda es difícil. Y sobre todo, muy importante, hacerle caso y seguir exactamente sus instrucciones. Bien, yo conocí a esa bruja y la verdad es que sin querer y a medida que pasaba el tiempo ambos los dos fuimos teniendo más confianza hasta que ambos nos dimos cuenta que cada día esperábamos con mas ansiedad el momento de que llegara la hora de nuestra conversación y poder hablar de las cosas del día y de otros sucesos y sucedidos que no tenían más importancia que la escusa de seguir hablando. Fue pasando el tiempo y nuestras conversaciones se fueron haciendo más intimas y la ternura iba vistiendo cada rato que estábamos juntos. Hasta que nos dimos cuenta que nuestras charlas divertidas al principio, se estaban convirtiendo en algo más profundo y que entre los dos había más deseos que el exclusivo de pasar un rato entretenido e inteligente. Ninguno de los dos nos atrevimos a decir al otro, quizás por miedo a romper, como dice mi querida Charo, la magia lo que gritaba nuestra alma. Los días pasaban y hubo momentos en que yo ya no podía más y esa situación me estaba afectando de manera importante. Y hete aquí que un día de luna llena y cielo despejado estaba yo mirando la noche, esa compañera de confidencias, y la Luna iluminó con un reflejo especial la mesa de cristal que hay en el jardín de mi casa, donde yo estaba sentado. Me llamó la atención, nunca lo había visto así antes. Evidentemente mi reacción fue mirar hacia arriba, hacia lo alto del cielo, y allí estaba ella, enigmática y llena de majestuosidad. No sé cuánto tiempo estuve mirándola fijamente; ni idea, pero el caso es que me di cuenta que el reflejo en mi mesa no se movía, no le afectaba el movimiento de traslación y no puede menos dejarme llevar por la tentación y la curiosidad y puse mi mano encima de la luz. Supongo que todos y todas creéis en la magia claro, y sabéis que muchas veces suceden cosas que no tiene una explicación física, porque si no vais a pensar que estoy algo chiflado, que es verdad, pero no en este caso. Sigo contando; En mi mano se formo algo distinto, no era luz, no era un objeto físico, era algo distinto, agradable al tacto, en ese momento volví a levantar la vista y allí estaba mi querida Luna del cielo, me sentí mirado, sentí que quería hablarme, sentí su tacto en mi mano. Había cogido de la mano a la Luna. Mi bruja, me embrujo y nos embrujamos.
Mi querida Marga y mis queridos amigos, inténtalo e intentarlo. Buscar vuestro brujo o bruja y seguir sus instrucciones. Aprended a coger a la Luna de la mano.
Y mi poema de hoy, como no, dedicado a la Luna. Lo escribí hace ya hace tiempo. Espero que os guste:


Muchos nombres tiene la luna.
Los hay que son de eternos enamorados;
y otros, de misterios, están llenos.
Algunos invitan a sueños y juegos.
Para otros del erotismo es la reina,
y de los poetas, constante infiel amante.

De los ladrones es seguro testigo.
Para los pobres, la más cariñosa compañía,
y para los lobos enigmático estandarte.
Del desierto eres la única reina
y del sol, la paciente espera;
para el mar, eres la dueña y señora.

¡Ay cuanta competencia!,
¿Cómo, mi luna, vas a ser mía?

La música de hoy es una canción antigua. Esta canción forma parte de mis primeros recuerdos musicales. Se llama Ramona y la versión es de un duo que se llamaba (digo llamaba que supongo habrán muerto ya) Blue Diamons. Eran filipinos y os prometo que nunca volví a oír a un filipino cantando. Espero que os guste.
Muchos besos y abrazos. Buscar la mano de la Luna y llevaros para el camino una rosa y un poco de vino. Más besos y más abrazos.

4 comentarios:

Mayte dijo...

Tu sensibilidad es de esas que muerden a rabiar el corazón y una lo disfruta enormemente.

Un besiño grande, y esa canción de Fito...me gusta, muchooo :D

JUAN PAN GARCÍA dijo...

"La luna y yo desde hace algún tiempo hemos ido de la mano"

Carlos,yo en cambio estoy enfadado con la Luna http://ellugardejuan.blogspot.com/2009/10/la-luna.html

Me ha gustado mucho tu narración, es romántica y desborda sensibilidad.
Saludos.

* KASS * dijo...

Hola soy kass
y estoy escribiendo
un diario, internautico
y repase
los primeros blogs que conoci....
que tiempos ;)
Solo dejarte un saludo.

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

Con tu permiso Carlos y espero me sepas disculpar este precioso texto no es tuyo, esto está escrito por mi querido y apreciado Breo, ayss me hiciste recordar a Breo caminando con los pies descalzos sobre la arena, aquel que hablaba con las olas y esperaba que la luna le regalase sonrisas.
Me trajiste uno de mis mejores amigos está noche gracias por ello, me has hecho tocar la luna.
Como sé de tu gusto por el cine voy a recomendar a Breo una película "Querido John" aquí te dejo unas frases de la película...
La mala noticia es que este lugar me hace sentir la falta del otro. Pero la luna está llena, lo que me hizo pensar en ti. Pues sé que no importa lo que estoy haciendo, y donde estoy, esta luna será siempre del mismo tamaño de la tuya... del otro lado del mundo.
Un besito.
Pd: Para los que no lo sepais Breo es el nombre con el que Carlos se presentó ante mí por primera vez.
:-)