viernes, 7 de octubre de 2011

Lo que hay que aguantar....

Ya en casa de vuelta, aunque el resfriado sigue conmigo (eso sí, despidiéndose) y lo de Iberia para escribir un libro. Uno tiene algo de experiencia en empresas, no tan grandes como Iberia, pero si de un buen tamaño. Esta experiencia te hace intuir con un par de “ojeadas”, cual es el nivel de calidad o de organización de un grupo social o empresarial. A lo largo de este año he tenido algunas experiencias viajeras (otras, difícil) con ella y a cual peor. ¿Qué pensáis de una organización (en este caso Iberia) que tiene firmado un acuerdo con un grupo y este grupo, utilizando los canales que le indican en el acuerdo, inicia un viaje con 6 puntos de partida, concentración en uno de ellos y todos junto a un punto en común (este caso Dublín); evidentemente la vuelta, al revés y que, ante la misma situación, se encuentra en cada aeropuerto una respuesta distinta por parte de la empleada del check in? En mi pueblo a estas cosas se les llama cachondeo y uno ya piensa que no es un problema de calidad, que la mala calidad viene dada por el exceso de personas que debe de haber en la Compañía y que todo se pierde en un escalafón estúpido y que cuando algo se sale de lo normal, no hay respuestas homogéneas. ¿Qué le dirán a las responsables del” chek in” en cada aeropuerto?, porque más de una se ha saltado la norma. Os lo digo yo. Nadie controla la calidad del servicio y si cobran o no. Un día alguien a quien aprecio y conoce el sector, me dijo que dependía de las necesidades de tesorería. ¿Qué decir? Cuando saquéis el billete con Iberia, preguntar antes si saben que el día de vuestro viaje tendrá problemas de tesorería. Una vergüenza. Por cierto a la vuelta perdieron la mitad del equipaje y 4 días después empiezan a responder por donde anda las maletas. Flipante. No os recomiendo Iberia. Sabe Dios qué puede pasar. Una vergüenza.

Hablemos de cosas más sencillas, más espirituales que para eso está este blog, pero perdonarme; tenía que desahogarme. Un poemita lindo. Va, que os rechifle.

En el camino

las rosas imaginan

a los colores.

Los roban a tus ojos,

los ocultan los pétalos.

Ayer hablando con una amiga en el “feis”, surgió música de hace bastante tiempo. Mi cabeza, rápidamente, se lleno de miradas, de olores, de sonrisas y de más de un beso. Me pasó algo curioso, era como si mi azotea maltrecha fuese una gaseosa, o champan que es mas romántico, y de pronto, como la espuma al abrir la botella, todos esos recuerdos agradables y alguno triste que estaba subido en un “no” de una chica de la que yo quería el “si” inundaran mis sentidos. En fin, que uno ya empieza a tener demasiados recuerdos. La música: “A Dos Niñas”; su intérprete: Juan y Junior. Disfrutar, y si alguien quiere bailar…. Besos, rosas y a pesar de lo de Iberia, un poco de vino tinto y sobre todo ser felices.



4 comentarios:

JUAN PAN GARCÍA dijo...

Lo de Iberia es un caso. Yo también creía que las azafatas de los aviones eran todas esbeltas, simpáticas, amables y bellísimas,y cuando me monté por primera vez en un DC10 de Iberia y vi las azafatas pensé que eran del INSERSO. Pero lo malo no es eso: las personas mayores también tienen derecho a trabajar hasta que les llegue la edad.Lo peor era su mal carácter y su trato vejatorio a los viajeros.
El avión efectuó una parada técnica en Nairobi y abrieron las puertas traseras para introducir los alimentos del katering para la cena y el desayuno. Entraba un aire frío, helado, y pedimos que nos dieran mantas. Ells, de mala manera decían que las cogiésemos del cajón que había sobre nuestras cabezas; pero estaban vacíos y así lo indicamos. Pues bien , estas señoras decían que ellas no tenían culpa de que los pasajeros del anterior vuelo hubiesen robado las mantas.Pregunto: ¿Qué culpa teníamos nosotros? ¿No reponen el material de servicio en los aviones? Me trajeron un vaso de zumo de algún sucedaneo de naranja y le dije que prefería una cerveza." Las cervezas no se regalan; tiene que pagarlas", me dijo. Señora nadie le ha negado a pagar nada, usted sírvame lo que le pido y lo que valga ya se le pagará, no ponga el parche antes de la herida", respondí.
Sólo media hora antes de llegar a Madrid aparecieron en la sala con una sonrisa de oreja a oreja intentando vendernos perfumes de Chanel y Cristian Diors, relojes de oro y abalorios que no pagaban aduana y ellas se llevaban una fuerte comisión. Hice cuatro viajes en esa línea, Madrid- Johannesburgo y siempre iba el mismo equipo de amargadas.
Saludos. Un placer leerte.

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

Hablar sobre este tema es complicado y dificil,mis experiencias viajeras no han sido muy afortunadas,un placer visitarte un abrazo.J.R.

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

Cuanto dejan de desear las grandes empresas, me voy a callar la opinión que tengo de una gran cadena que trabajé y tú bien conoces jeje
Muackkk prefiero no hacerle propaganda gratuita por aqui.

Nube dijo...

Hoy por hoy, el tema de las empresas esta muy complicado,este poema me salio respecto a mi empresa de trabajo ,haber que te parece:
Estancía masiva
Proveedores volubles
Jefes sabios
Burgueses astutos
Peones sumisos
Monedas múltiples.