martes, 31 de marzo de 2015

Azul.

¿Que tendrá este sitio que siempre vuelvo? Me he propuesto públicamente, y muchas veces más a mí mismo, el no escribir más en este espacio, pero soy incapaz. Creo que ya no es que forme parte de mi vida, parece que es mi vida. Es como una especie de "muro de mis lamentaciones"; es como ese espacio intimo donde uno, y casi exclusivamente para uno mismo, reflexiona y habla; no sabe bien con quién, pero habla y eso es algo que debe de ser muy importante porque, después de hablar con el Meigo, que no aprende a ser Druida, me encuentro mejor. Y quizás sea porque sigo aprendiendo a ser Druida. Últimamente encuentro ese espacio más intimo en mis viajes en tren. Creo que ya lo comenté, estoy encantado porque, como seguro dije, me he dado cuenta que he sido capaz de parar el tiempo en mí. Es decir, que por mucho que yo quiera y el teléfono (casi no hay cobertura) se empeñe y ausencia de compañía (viajo solo) hacen esas siete horas de viaje un verdadero placer íntimo que creí sustituiría a este "alter ego" que tengo en forma de Blog. Bueno que ya se me va la olla filosofando, aunque es bueno. Al objetivo.
En la última época he dedicado este espacio a colgar los poemas que van a configurar mi poemario. Aunque las críticas que recibo no son muchas, si es cierto que el hecho de verlos aquí, ya los leo de manera distinta que en mi libreta o en mi archivo. Voy a seguir leyéndome aquí, por tanto aquí os dejo mi "Azul":

Azul.

Los minutos mueren al fin de la tarde;
la noche, guardiana de todos los secretos,
me visita, como siempre, altiva 
en su diaria cita con mi tiempo.
Viajan en ella los pensamientos
como en el mar lo hacen los colores.
 Los azules mueren ante el verde,
pariendo el gris (el color de tu ausencia).

Yo espero, como siempre, tu azul;
(me peleo conmigo para no olvidar como es).
Busco, en su ya tenue luz,
mi utopía de cada mañana
y compañía ausente de cada noche,
Ya solo aguardo que no pase el tiempo
de tu siempre mi azul.
Mis minutos siguen muriendo.


En el último mes me han pasado cosas sorprendentes, todas buenas y pensando en ellas, conduciendo en el coche, sonó una canción que ya la he comentado alguna vez, pero que es, además de su letra, en la versión de Manzanita, todo un halago a los sentimientos. Por favor, leer el poema, escuchar la música y volver a leerlo. Algo, seguro, se encenderá. Disfrutar de esa llama y si es posible, con un poco de vino tinto. Besos, abrazos y gracias a quienes me leéis y disfrutad de la Semana Santa.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

El poema precioso, como siempre, pero aunque la canción me encanta, para mi gusto le quedaría mejor una que pusiste hace unos años, el título "Algo más"
Un beso y saludos desde Madrid

Carlos J. Garcia dijo...

Muchas gracias por tus palabras. Siempre... "Algo mas". Decía algo así como Algo mas que una aventura contigo busqué.

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

Bueno Carlos el rincón de la magia se encuentra siempre aquí con tus poemas y la música. Aprovecho esa copita de vino tinto para leer y escuchar.
:0 es mi cara de asombro ;) quién será, será...? :) Besitos